Confianza y Convivencia
Sin confianza no son posibles las relaciones humanas. Sin confianza mutua no es posible la convivencia.
Las relaciones interpersonales están basadas, precisamente, en la confianza, que da por supuesto la benevolencia de los demás hacia mí. La forma más clara de confiar es creer lo que dicen los otros, por ejemplo, el aviso de que se han roto las cañerías de mi casa, o de que el aparato de televisión que voy a comprar es de buena calidad. Tener confianza en alguien, además, es dársela, dejarle hacer lo que él crea que debe hacer, no fiscalizarle, no ser celoso. Confiar es estar seguro de que el otro, el amigo, no me engaña.
La confianza se basa en el respeto y la aceptación de la verdad, y hace presente a ésta es las relaciones humanas. Sin confianza, por supuesto, es imposible convivir. Sin confianza la sociedad se destruiría.