Las Buenas Compañías
Rodearse de buenos amigos ha sido, es y será siempre un ingrediente básico para llegar a alcanzar una vida lograda.
Las buenas compañías (los buenos amigos), además de ser imprescindibles para el buen desenvolvimiento de la personalidad del individuo, son fuente de muchas alegrías y de felicidad.
El hombre es un ser relacional. No está hecho para estar solo. Necesita del otro para vivir. Las personas necesitan de otras para aprender a reconocerse a sí mismas, comportarse conforme a lo que son, desarrollar su vida con normalidad y alcanzar así su plenitud e integración en la sociedad.